Para variar, apurado. Teníamos invitados a las 6pm, y ya era las 4; mientras la cena estaba bien encaminado, los pasapalitos brillaban por su ausencia. ¿Qué hago, qué hago, que hago?
La solución a la mayoría de los problemas culinarios es sencillo: abrir la nevera y ¡ver que hay!
Habían unas aceitunas kalamata de excelente calidad, compradas en el supermercado. Realmente frescas, divinas, carnosas - con unas aceitunas gordas rellenas con pimentón. Las coloqué en un recipiente, un chorrito de aceite de oliva extra virgen y el jugo de un limón. Más nada.
Sigo buscando y encuentro queso crema, Kasundi "MASALA" ( chutney de tomate de Gujerat, con muchas especias) y pepitas (semillas de girasol sin tostar).
Primero, calenté un sartén y tosté las semillas de girasol en seco - sin aceite. Una vez que empezaron a dorarse, las retiré y las puse aparte para enfriar un poco.
Mezclé 200 gms de queso crema (a temperatura de ambiente) con medio frasco de Kasundi "MASALA". Bien incorporados los dos ingredientes, forré un recipiente de soufflé con papel transparente, agregué las semillas tostadas y luego rellené en recipiente con la mezcla de queso crema. Lo dejé en el congelador una media hora, y luego lo vacié para servir.
Los invitados preguntaron : "Qué salsa tiene las aceitunas? ¡Están divinas! "
No hay comentarios:
Publicar un comentario